La sociedad 1.0 refleja normas y prácticas que
prevalecieron durante gran parte del siglo XVIII y finales del siglo XX, al
inicio de este periodo las empresas familiares constituían la base de la
actividad económica, en este contexto los niños aprendían y trabajaban en casa
favoreciendo el “aprender haciendo”, con la llegada de la economía industrial
los menores fueron desplazados de la producción y pasaron a formar parte de un
mecanismo institucional. En la sociedad 1.0 se interpretaban datos por lo que
se dio a conocer como la sociedad de la información.
La sociedad 2.0 surgió durante el siglo XX, relacionada con
la sociedad del conocimiento. Los avances en tecnología de la información y de
la comunicación facilitaron la amplia producción de significados socialmente
construidos (Drucker, 1969, 1985). Muchos avances han surgido gracias a la
convergencia del Internet y la globalización. Las TIC´s como herramientas
permiten que cualquiera tenga la opción de participar en labores de interés ciudadano,
pero llevando las condiciones y limitaciones que obligan a los individuos a
cambiar su forma de pensar o actuar, uno ejemplo claro son las nuevas
plataformas para dejar mensajes en los que se da un máximo de caracteres,
obligando a los usuarios a escribir mensajes claros y concisos.
La sociedad 3.0 hace referencia a una sociedad del futuro y
que trasciende las vanguardias actuales, impulsada por tres agentes
principales: el cambio social y tecnológico acelerado, la globalización
constante y redistribución horizontal del conocimiento y de las relaciones y de
la sociedad de la innovación impulsada por knowmads (alguien innovador,
imaginativo, creativo, capaz de trabajar prácticamente con cualquier persona).
La ley de Rendimientos Acelerados es una teoría que refiere
al proceso evolutivo que conlleva a un cambio tecnológico y social acelerado,
el postulado de la teoría explica que “a mayor crecimiento exponencial del
orden, mayor aceleración del tiempo, en otras palabras, esto significa que el
cambio está sucediendo a una velocidad vertiginosa y el ritmo de cambio sigue
aumentando (Kurzweil, 1999). El cambio tecnológico favorece el cambio social y
ambos tienen un enorme impacto en la educación.
La constate globalización permite que el conocimiento se
distribuya horizontalmente en ámbitos que hasta la fecha se encontraban
incomunicados, ahora se crean relaciones heterérquicas y proporciona la
posibilidad de que el conocimiento sea aplicado en contexto innovadores,
permitiéndonos a todos convertirnos en coaprendices y en coeducadores, como
resultado de la construcción y aplicación colectiva de nuevos conocimientos.
Para que haya un verdadero avance la sociedad 3.0 necesita
dejar atrás el paradigma industrial que transmite información y conocimiento
preventivo, y debe evolucionar hacia formas de aprendizaje que hagan uso de los
espacios invisibles para construir conocimiento práctico y valioso a nivel
personal y social.
La incipiente sociedad 3.0 reclama una transformación
educativa, las escuelas tienen que ser capaces de formar estudiantes capaces de
diseñar futuros empleos, industrias y campos del conocimiento, se tiene que
ayudar a desarrollar destrezas y hábitos mentales necesarios para estimular el
aprendizaje permanente y permitir aplicar el conocimiento de forma innovadora.
Pero el problema es que la cultura actual defiende el
aprendizaje industrial y la evaluación en masa, las políticas industriales centradas
en la evaluación funcionaron entre el siglo XIX y 1950, pero modelos basados en
la memorización fragmentada se oponen al pensamiento sintético y creativo que
los ciudadanos necesitan para trabajar en la economía actual del siglo XXI (Robinson,
2001).
El protoparadigma
del aprendizaje invisible sustituye la memorización “preventiva” por un
aprendizaje que busca ser significativo para quienes participen en la
experiencia educativa, en él se fomenta la aplicación práctica del conocimiento
a nuevas formas de resolución de problemas, en este paradigma los estudiantes se
convierten en auténticos agentes del conocimiento (Meyer, 2010).
El aprendizaje invisible lucha contra la afianzada
educación formal, mientras que los mercados se transforman y reinventan de la
noche a la mañana, los gobiernos conciben planes educativos lentos y
deliberativos, los cuales responden a las políticas gubernamentales que adaptan
sus programas a los requisitos y formulas establecidas por órganos
legislativos.
La incipiente sociedad 3.0 reclama una transformación
educativa, las escuelas tienen que ser capaces de formar estudiantes capaces de
diseñar futuros empleos, industrias y campos del conocimiento, se tiene que
ayudar a desarrollar destrezas y hábitos mentales necesarios para estimular el
aprendizaje permanente y permitir aplicar el conocimiento de forma innovadora.
Bibliografia
Drucker
P. (1969). The Age of Discontinuity: Guidelines to our Changing Society, Harper
& Row, New York.
Drucker
P. (1985). Innovation and Entrepreneurship: Practice and Principles, Harper
& Row, New York.
Kurzweil R. (1999). La
era de las maquinas espirituales. Editorial Planeta ISBN: 9788408032182.
Barcelona.
Meyer
M. (2010). The rise of the knowledge broker. Science Communication, 32(1), pp.
118-127.
Moravec,
W. (2008c). Toward Society 3.0: A New Paradigm for 21st century education.
Paper presented at the ASOMEX Technology Conference, Monterrey, Mexico. www.slideshare.net/moravec/toward-society-30-a-new-paradigm-for-21st-century-education-presentation
Robinson
K. (2001). Out of our Minds: Learning to be Creative. Oxford: Capstone.
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